Esta casita es un exquisito ejemplo de la arquitectura rural gallega. Tanto la limpieza, la decoración, los servicios incluidos y el entorno, son merecedores del más exigente viajante.
La vivienda se distribuye en dos plantas, contando en la planta baja con la cocina y el salón (en el cual existe un doble sofá-cama) además de una acogedora chimenea. En la planta superior se dispone de dos habitaciones dobles, una de ellas con balcón y un cuarto de baño completo.
La casa tiene un amplio jardín, barbacoa e incluso el típico hórreo gallego.
Se trata por lo tanto de un buen lugar para relajarse un fin de semana o pasar unas vacaciones inolvidables. Resulta ideal para parejas con hijos y su situación permite fácilmente visitar lugares emblemáticos como la Costa da Morte, las Rías Altas, Santiago de Compostela o A Coruña.
Su entorno rural se complementa con la proximidad de las playas de la Ría de Coruña-Ferrol, de la ciudad turística de Sada (5 km) y todos los servicios necesarios como centro medico, supermercados, destacados restaurantes, etc.